Es evidente que los campos de actividad, para las telecomunicaciones, son innumerables e incluso podríamos decir, sin ningún riesgo a equivocarnos, que no existe campo en donde las tecnologías que nos ocupan no sean determinantes en la actividad. Esto representa, sin duda, mayor implantación de tecnologías.
Las telecomunicaciones significan, para la empresa, comunicación, actualización y, en definitiva, progreso.
Le empresa se enfrenta al reto de satisfacer y agilizar las soluciones internas, dentro de la propia empresa y satisfacer y agilizar las soluciones externas, con sus clientes y proveedores, dentro de unas nuevas propuestas de comunicación y servicios. Comienzan pues a sucederse la aparición de tecnologías que propicien la solución a las necesidades, internas y externas, mencionadas.
No se trata de implementar la mejor tecnología, sino la más adecuada para los intereses de la empresa y la precisa, para solucionar las necesidades existentes.
El físico
inglés James Clerk Maxwell fue
el responsable de sentar las bases para el desarrollo de la telecomunicación,
al introducir el concepto de onda
electromagnética para describir mediante las matemáticas la interacción
entre electricidad y magnetismo. De esta forma, Maxwell anunció que era posible propagar ondas por el espacio libre al utilizar descargas eléctricas, algo que
comprobó Heinrich Hertz en 1887.
Por supuesto, las innovaciones tecnológicas en el
campo de la telecomunicación nunca se detuvieron. El módem posibilitó la transmisión de datos entre computadoras y
otros dispositivos, en lo que constituyó el punto de inicio para el desarrollo
de Internet y otras redes
informáticas.
Hoy en día, las telecomunicaciones conforman un
sector industrial que mueve millones de
dólares al año en todo el mundo.
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